Nuestro cerebro es inmensamente creativo y a veces nos hace creer cosas que no son, siempre como mecanismo de defensa y equilibrio (para el cerebro ese equilibrio es el no cambio.
El cerebro más primitivo del ser humano es el cerebro reptiliano, que hace millones de años se encargaba de protegernos del peligro y hoy también sigue haciéndolo.
Este cerebro se activa a causa de “algo” que puede provocar peligro y en este caso la persona tiene dos opciones: lucha o huye.
Nuestro cerebro más primitivo sigue, hoy en día, llenándose la cabeza con absurdos pensamientos para que luchemos o huyamos ante la menor alerta de cambio. Nos va a dar mil y una justificaciones por las cuales tener razón para huir o luchar.
La mayoría de las veces, tu cerebro no tiene razón, es falso. Son invenciones para evitar el cambio “más vale lo malo conocido que lo bueno por conocer”.
¿Por qué digo todo ésto? porque nuestro cerebro es y debe ser nuestra mayor herramienta para conseguir nuestros sueños, tu perfecta salud, tu cuerpo y peso saludable, tus hábitos sanos…
¿Sabes que el 95% de las cosas que hacemos durante el día son inconscientes?
El cerebro da órdenes ante las situaciones. Cada vez que el cerebro se encuentra ante una determinada situación conocida, utiliza la “reacción” equivalente.
Tiene un programa establecido que ejecuta. Un programa creado a base de repetición.
Por ejemplo, si cada vez que tienes un problemilla, comes chocolate o dulce, eso se convierte en una rutina aprendida, que repetirás cada vez que tengas un problema.
Reaccionas ante una causa (problema con la pareja, con el jefe o un amigo o cualquier otra circunstancia personal…) y hay un determinado efecto (por ejemplo comes chocolate o dulce). Cuando esto se convierte en una constante (se repite a menudo), tu cerebro lo archiva como programa que hay que utilizar en esos casos. Lo convierte en un hábito, en este caso, un hábito negativo.
Para conseguir adelgazar hay que aprender a dominar tu cerebro, hacer que trabaje para tí y no en tu contra. No es cuestión de fuerza de voluntad, ni de calorías, ni de dietas milagrosas.
Debes pensar, sentir y actuar de una manera totalmente distinta a como lo has hecho hasta ahora.
Hay que engañar a tu cerebro para que te “salve” del modo que tú quieres y reprogramar todos esos programas automáticos establecidos hasta ahora y que no te dejan tener unos hábitos sanos, un peso saludable o ese cuerpo que quieres tener.
¿Sabes que le falta a la mayoría de la gente que quiere adelgazar o adquirir hábitos saludables?
La primera razón es que utilizan dietas para lograrlo y ya hemos visto que no nos suelen funcionar, poca gente consigue mantener el peso perdido luego y además nuestra autoestima cae por los suelos.
La segunda razón es que quieren cambiar años de hábitos negativos arraigados en sus cerebros en unos pocos días. Y eso no puede hacerse, no funciona así.
Cualquiera que sepa algo sobre el funcionamiento del cerebro sabe que los hábitos se producen por repetición y/o por implicación de una gran carga emocional (una enfermedad por ejemplo, diabetes, colesterol…)
En los procesos de adelgazamiento y cuando se quieren adquirir hábitos saludables, hay que aplicar la repetición con un grado de carga emocional positiva, en forma de motivación, entusiasmo de todo lo que va a conseguir (por ejemplo: ponerse ese pantalón que ahora no le entra, o ponerse un pantalón estrecho, una mayor calidad de vida, mejor salud, verse y sentirse más guap@, más ágil, con más energía…)
No quiera ganar la batalla en un día. Empieza con pequeñas acciones como empezar hacer algo una caminata de 20 minutos con una buena música y ve subiendo gradualmente todas las semanas, quita cada semana uno de esos alimentos que te convienen y ve metiendo alimentos saludables, visualiza su meta cada día, utilizar, afirmaciones positivas….poco a poco, pasito a pasito.
“Pregúntate si lo que estás haciendo hoy, te acerca al lugar a donde quieres estar mañana” Walt Disney
“Piense en grande y actúe en pequeñito”
Deja una respuesta