Nuestro cuerpo sabe que es lo que desea pero no lo que le conviene.
Pongamos ejemplo de un niño pequeño.Si el niño te pide chuchería a todas horas, tú no le das golosinas y dulces cada vez que te la pide, ¿no?, sólo en determinadas ocasiones.
Cuando elijas lo que vas a comer, primero piensa en tu objetivo de cuidarte y adquirir hábitos saludables, piensa en si es lo mejor para tu cuerpo y tu salud.
Es un cambio de mentalidad, no se trata de tener en la mente la palabra “privación”, se trata de que tú haces una ELECCIÓN, porque a medio y largo plazo tu cuerpo, tu imagen y salud, lo agradecerán.
¿Prefieres tener un momento de placer y luego remordimientos o fortalecer tu fuerza de voluntad, igual que un músculo, hasta que se haga un hábito?
¿Quién controla a quién? ¿La comida a ti o tú a la comida?
Y por supuesto, siempre, con algo de flexibilidad, no pasa nada porque de vez en cuando nos saltemos las normas, recuerda regla 80-20% de post de esta semana
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