Cuando nos planteamos adelgazar, adquirir hábitos saludables, hacer deporte…queremos resultados rápidos. Queremos estar fuertes, delgad@s y divin@s en un mes….y no es así, eso no funciona.
Los cambios no ocurren de la noche a la mañana y más, si queremos resultados a largo plazo y que sean duraderos.
El cambio tiene primero que darse en uno mismo, tienes que QUERERLO, DESEARLO intensamente, tienes que tener una buena dosis de motivación. Y luego ponerte en acción hasta que se convierta en un hábito.
Olvida las «receta milagrosas»: dietas milagrosas, ejercicio físico sin esfuerzo…al final, sabes, que son mentira y no funcionan. Todo lo queremos YA y sin esforzarnos. Se nos olvida que cualquier cambio en la vida, ya sea físico, mental, interior, para que permanezca en el tiempo, necesita gran dosis de voluntad, constancia, paciencia y compromiso contigo mism@.
Yo me dí cuenta hace ya algún tiempo, que es mucho mejor todos los días un poco, que mucho en un momento puntual. Mejor estudiar un poquito todos los días, que dos días sin parar, antes del examen, lo digo por mi experiencia propia. Y lo mismo llevado al deporte, mejor tres, cuatro días a la semana durante un año, que 6 días a la semana durante un mes. E igual llevado a la alimentación y hábitos saludables, mejor comer saludable y equilibrado en el conjunto de tu dieta que comer mal y luego someterte a dietas de adelgazamiento durante una temporada (regla 80-20%). Funciona mucho mejor lo primero, te lo aseguro.
No quieras alcanzar tu objetivo de hoy a mañana, observa tus avances y cada día un poco más y hazte amig@ de la paciencia y de la constancia, ya que pronto se convertirán en hábitos y verás los resultados.
Cómo me decía mi madre de pequeña: » despacito y con buena letra»
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