Cómo cambiar ese dialogo interior que te impide adelgazar

¿Por qué tu diálogo interior es tan importante?

¿Sabías que cuando tienes, simplemente, un minuto de diálogo interior negativo, dejas tocado a tu sistema inmunológico durante más de 6 horas?

Guau…

Las investigaciones de neurociencia dicen que tenemos entre 40.000 a 60.000 pensamientos al día. Muchos más de 1.000 a la hora.

¿Es una barbaridad, o solo me lo parece a mi?

Y voy más allá… ¿sabes quién es con la persona que más hablas?

Contigo. Tú, contigo misma.

Y dicen que pasamos una media de 14 horas al día hablando y conversando con nosotras mismas.

Y voy más allá. Ese diálogo interior, te aseguro, que en la mayoría de las veces es inútil, improductivo, negativo, disfuncional y … repetitivo. Repetimos el mismo estilo de pensamientos cada día.

¿Y qué te pasa cuando cada día te autoboicoteas con tu diálogo interior negativo?

La mente es un instrumento fabuloso. Si la usas y la conoces bien, te empodera y te es muy útil para manejarte en el mundo. Pero si no la usas mal, te limita y puede destruir completamente tus sueños.

Las ideas no tienen en sí mucha importancia, son solo ideas. El problema es cuando, con tu diálogo interior, das mucha energía a ciertas ideas que no te ayudan. Y te las repites día tras día.

Cuando te aferras a ciertas ideas, las crees hasta tal punto de convertirlas en convicciones. Son como tus gafas de ver e interpretar la vida. Se convierten en tu sistema de creencias, en los programas mentales con los que te vas a manejar en tu vida. Y piensas que esas creencias son la única verdad, No las cuestionas. Las das por ciertas y punto.

Así que no ves el mundo como realmente es. Ves el mundo como tú lo piensas y lo interpretas. Es decir, que tu percepción de la realidad no es la realidad en sí sino tu manera de interpretarla.

No es tan importante lo que te sucede, el hecho en sí, sino cómo interpretas eso que te sucede. Y lo estás interpretando según tus experiencias, tu sistema de creencias, tu educación, tu cultura, tu estado emocional en ese momento…

De todos tus pensamientos, de todos esos monólogos interiores, más del 90% son palabras limitantes, pensamientos negativos, destructivos, disfuncionales, inútiles… y aún más, esos pensamientos son repetitivos. Repites, cada día, el mismo tipo de pensamientos y de conversaciones contigo misma. Así que, cuanto más repites tu diálogo interior negativo, más grabas esas ideas negativas en tu inconsciente.

Es como si tuvieras una grabadora interna. Al comienzo de tu vida la tenías en blanco, pero ya durante tu infancia fuiste absorbiendo toda la información que te llegaba, sin cuestionarla. Esas primeras grabaciones venían de tus principales referentes: padres, familiares, personas cercanas a ti… y luego, año tras año, has seguido repitiéndote ese tipo de mensajes negativos, que se han quedado grabados a fuego en tu inconsciente.

¿Qué te pasaría si cambiases tu diálogo interior negativo?

Sí, durante toda tu vida has programado tu mente con ese tipo de pensamientos negativos. Por eso es tan importante que ahora tomes conciencia de qué te estás diciendo en tu diálogo interior y cuestiones su credibilidad. Has creado un hábito de pensamientos que te está limitando y que no te deja avanzar.

Prueba, a partir de ahora, a tomar consciencia de tu diálogo interior negativo. Te garantizo que enseguida vas a descubrir cómo te autoboicoteas y que muy pronto vas a comenzar a hacer unos cambios maravillosos en tu vida que, de forma natural, van a acercarte a tu objetivo de peso saludable.

Tómate un momento para responder sinceramente a estas preguntas: ¿Qué te dices? ¿Cómo te hablas? ¿Qué tipo de pensamientos recurrentes tienes? ¿De qué hablas? ¿Qué lees, ves, escuchas…?

Te has asociado tanto a tu voz interior que te la has creído. Sí, ahora es ella la que te controla.

Obsérvate, por ejemplo por la mañana, nada más levantarte. ¿Qué te dices a ti misma cuando te miras al espejo?

Es posible que muchos días te digas frases de este tipo: “¡Uffff, otro día más!”, “Qué pelos”, “Qué careto”, “Dios, me sobran unos cuantos kilos”, “Qué barrigón estoy echando”, “Vaya muslos”, “A ver si hoy consigo no saltarme la dieta”, “A ver si hoy hago algo de ejercicio”, “Ayer me pasé comiendo”, “Este finde pasado fue un descontrol”, “Qué poca fuerza de voluntad tengo”…

Y así nada más levantarte. Dejas a tu mente hablar sin ningún tipo de control.

Y ese tipo de pensamientos, ¿qué tipo de sentimientos crees que te producen?

Seguramente serán sentimientos de impotencia, de frustración, de rabia, de malestar, de estrés, de ansiedad, de culpa, de vergüenza, de asco… Y todo esto, por supuesto, impacta directamente en tu autoestima, en tu autoimagen y en tu autoconcepto. Y te debilita ante la vida.

Tú misma te estás autoprogramando tu mente con este tipo de mensajes, que son limitantes y destructivos.

Cuando estás luchando en el bucle de las dietas, tu diálogo interior es negativo. Utilizas frases como “soy una persona gorda”, “estoy estresada”, “estoy ansiosa“, “estoy agobiada”, “me siento culpable por comer lo que no me conviene”, “estoy en una lucha continua sin resultados”, “me falta fuerza de voluntad para no saltarme la dieta”, “me siento impotente, sin fuerzas para cambiar”…

Sí, es una pena pero a través de tus creencias limitantes estás construyendo un diálogo interior amargo e infeliz.

¿Cómo puedes salir de ese diálogo interior amargo e infeliz?

Si tu vida actual no es la que quieres y te mereces, no eches balones fuera. Asume tu responsabilidad y toma las riendas de tu vida.

Comprométete con tu proceso de cambio. Empieza por aceptar tu realidad presente, tal cual es, y así comenzarás a hacer las paces con tu cuerpo, con la comida y contigo misma.

Empieza a poner luz en tu oscuridad. Suelta lo viejo y abraza a lo nuevo.

Toma conciencia de tu programación mental para eliminar los bloqueos y las creencias limitantes que te están impidiendo adelgazar.

Deshazte de todas esas creencias limitantes caducas que ya no te sirven. Comienza a tener un diálogo interior más productivo, más positivo, más funcional, más útil… un diálogo interior que te ayude a avanzar en tu nueva vida.

Reprograma tu mente cada día con herramientas que te ayuden a integrar, para siempre, esa nueva programación: visualizaciones, afirmaciones, rituales, escritura terapéutica, respiración consciente, agradecimientos …

Descubre el maravilloso mundo del autocuidado, de la autoaceptación, del autoamor… y te garantizo que cuando comiences ese viaje de transformación personal, vas a bajar de peso de forma natural.

Un abrazote cargado de energía

May

Regálate estos 13 minutos y 31 segundos.

Para cumplir con el RGPD (Reglamento General de Protección de Datos) es necesario que leas y aceptes la política de protección de datos de la web. Tus datos serán almacenados en GetResponse, un proveedor de email marketing que también cumple con el RGPD.

Sí, es lo que dura el audio de regalo que he creado para ti (potente, potente).

Una conversación privada de amigas, entre tú y yo, en la que te voy a llevar a tomar consciencia en tu relación contigo y con la comida.

¡Y más cosas!

Dentro encontrarás una de las herramientas más poderosas que yo uso de toma de conciencia y por supuesto, te voy a proponer un pequeño reto para que empieces a dar tus primeros pasos hacia una relación en paz y libre.

Deja un comentario

Compartir

Soy May,
Coach NutriEmocional

Para saber quién soy al detalle, comienza por aquí.

"Audio de regalo"

13 minutos y 31 segundos que te aseguro, no te va a dejar indiferente.

Esto que te voy a contar puede ser ese primer paso para comenzar una relación libre y en paz con la comida

Para cumplir con el RGPD (Reglamento General de Protección de Datos) es necesario que leas y aceptes la política de protección de datos de la web. Tus datos serán almacenados en GetResponse, un proveedor de email marketing que también cumple con el RGPD.

Más Artículos

Tu relación con la comida

En las sesiones de Coaching NutriEmocional, hay algunas preguntas que me repiten mucho (de estos meses atrás, más). «¿Por qué

Cuerpo ideal vs. cuerpo real

Una persona que acepta su cuerpo, tal cual es, que no controla ni busca una perfección prácticamente inexistente, es una