Te suenan algunas de éstas preguntas…
¿Qué relación tengo con mi alimentación? ¿Qué repercusión tienen mis hábitos alimenticios con mi salud?¿Suelo estar a dieta de manera recurrente? ¿Como por ansiedad, aburrimiento, estrés…? ¿Qué precisa mi cuerpo para llegar a su peso saludable?
Comedores emocionales
Sí, LAS DIETAS DE ADELGAZAMIENTO (los temidos regímenes) e incluso el EJERCICIO FÍSICO, a veces, NO SON SUFICIENTES para gestionar nuestros hábitos alimenticios saludables.
Enfocarnos en el peso y en la báscula, algo que suele ser habitual, no suele terminar dando los mejores resultados. Nuestros hábitos alimentarios tienen una relación directa y muy especial con nuestra gestión de emocional. Somos “comedores emocionales”, comemos o dejamos de comer por estrés, ansiedad, soledad, aburrimiento…generando además unas unos hábitos insanos (comemos rápido, de pie, nos saltamos comidas, sedentarismo…) y unas creencias que nos limitan (“siempre he estado gordit@”, “yo siempre como 1º, 2º y postre”, “es que si no como chocolate después de las comidas me falta algo”…).
La causa por la que nuestra salud se resiente, aumentamos o disminuimos de peso, no la vemos, no somos conscientes y nos sometemos a dietas y nos autovigiliamos de una forma perjudicial. ¿Cuáles son las causas del desequilibrio que puedo estar viviendo con respecto a mi alimentación, mi salud, mi peso…? Quizás sea hora de examinar tus hábitos actuales, tus creencias y tu “mochila emocional”.
Las sesiones de coaching nutricional son una herramienta que te apoyaran en la consecución de tus objetivos de una manera diferente, trabajando tu alimentación, tus hábitos y la gestión de emociones, con herramientas y acciones específicas para alcanzar tu objetivo deseado.
“Un cambio interior que se verá reflejado en tu cuerpo”
Principales beneficios del Coaching Nutricional
- Diseñar un plan que funcione par ti y tu estilo de vida.
- Equilibrar tu peso de manera natural y mantenerlo.
- Mejorar tu salud y tu bienestar, aumentando tu energía, seguridad y confianza.
- Conseguir una relación sana, natural y amigable con la comida, con tu cuerpo y tu imagen.
- Distinguir entre hambre fisiológica/real o hambre emocional.
- Liberarte de la ansiedad por la comida y controlar los antojos.
- Aprender a comer conscientemente y la cantidad que tu cuerpo necesita, disfrutando de cada bocado.
- Generar una motivación adecuada para conseguir hacer los cambios necesarios y mantenerlos a largo plazo.
En definitiva “Camina hacia una vida sana”
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