Antes de empezar el proceso, después de un año con muchos problemas laborales y algunos familiares, no solo había puesto unos kilitos, 10 para ser más exactos, sino que la comida había tomado un protagonismo excesivo. Me empecé a preocupar cuando olvidé lo que era comer con hambre, estaba todo el día picando, por aburrimiento, por tristeza, por vacío, por cabreo… no sabía cómo poner fin a esta dinámica.
Sabía que no era una dieta lo que necesitaba, y en ese momento casualmente conocí a May y su proyecto de formar un grupo. Y decidí probar y me ha cambiado la vida, me he empezado a cuidar desde dentro y a quererme y a permitirme fallar sin dramatismos ni culpa. Parecerá magia potagia, pero a mí me ha funcionado. Sin darme cuenta he empezado a adelgazar 10 kilitos.