«A mis 28 años, más de 12 años, con una relación muy poco saludable con la comida. Todo tipo de dietas, machaques de gimnasio, pesarme varias veces al día y mi estado de humor y relaciones dependían de los kg que marcara la báscula. Una año después de finalizar, puedo decir que estoy en el buen camino (esto es un proceso y un estilo de vida). ¡¡Y me veo preciosa ☺!!
No sólo he aprendido a tener una relación sana con la comida, sino que lo que estoy aprendiendo va más allá. Esto va de quererse a una misma, de mirarse al espejo y decir sí esa soy y soy perfecta tal y como soy con todas las cosas que tengo y aún debo y quiero cambiar, pero sin agobios, sin presiones y sobre todo porque yo lo he decidido.»