«Empecé a trabajar con May pues sentía un bloqueo emocional y corporal enorme. El viaje con ella ha sido increíble. Me ha ayudado a parar y a escucharme, a sentir lo que necesito y dármelo, a hablar positivamente y a ver que siempre hay opciones. Sus sesiones, siempre sinceras, generosas y cercanas han servido para muchas cosas, pero sobre todo para reconectar con mi propio cuerpo. Mi relación con la comida ha cambiado y sigue cambiando cada día, siendo más consciente de mis propias elecciones. El gran cambio no es el cómo elijo alimentarme, si no desde donde lo hago; por supuesto desde el amor hacia mí misma.
Gracias por todo, eternamente agradecida.
Un abrazo.»