¿Por qué cuesta tanto adquirir hábitos saludables?

¡QUÉ «RARITOS» SOMOS LOS HUMANOS! Bueno, será eso, que somos humanos…jaja.

Lo digo porque cuando se trata de adquirir hábitos nuevos, dejar atrás otros que no nos convienen… ¡uf! ¡qué trabajo cuesta!

Sabemos que nos conviene, qué es lo que hay que hacer y no hacer, pero…. no lo hacemos. Y encima, nos sentimos mal por ello. Ese sentimiento de culpa, que no es nada productivo.

¿Qué necesitamos para convencernos?

El comer en sí, aparte de una necesidad fisiológica, es un comportamiento, que hemos aprendido desde pequeños y que con la repetición se ha hecho un hábito y tristemente, en la gran mayoría de ocasiones, se hace de manera automática.

Además, es un hábito de los que hacemos con más frecuencia, se hace a diario y varias veces al día y también todo lo que rodea al hecho de comer: lo que comemos, nuestra manera de comer, dónde comemos, tipo de alimentos, la compañía, los horarios…

Y es más, la comida, el alimento es sí, tiene muchas connotaciones, ya que muchas cosas giran entorno a ella: celebraciones, fiestas, eventos especiales…y por otro lado también la usamos como calmante, comemos por ansiedad, estrés, aburrimiento, soledad… casi todo gira entorno a la comida.

Buda, enseña que el cambio requiere conocimiento y para ello, tenemos que pararnos y ver qué está pasando en nuestra situación actual, solo si somos conscientes podemos cambiar aquello que no nos funciona. Nuestra rutina frenética, no es una excusa para empezar a cuidarnos, respetarnos, querernos…

Lo primero de todo ¿Qué es un hábito? Es un automatismo adquirido, que facilita la ejecución de ciertos actos. Se consigue mediante la repetición. Empieza con una acción, deja una huella para una segunda acción …y crece y se refuerza por la repetición.

Es decir, el hábito es un acto que se aprende como resultado de la repetición y la frecuencia, en situaciones similares y el resultado es de beneficio o recompensa.

 

Cuando se instala en nuestro subconsciente, se produce casi sin pensar, sale de forma automática, en la mayoría de los casos, no somos ni siquiera conscientes, es un mecanismo de supervivencia del cerebro para ahorrar energía.

REPETIR, REPETIR, REPETIR

Somos lo que hacemos repetidamente. Una rutina diaria creada con buenos hábitos, puede ser la diferencia que separa a los triunfadores del resto de personas.

Si quieres iniciar un proceso de cambio, lo primero es saber y tomar conciencia sobre qué tipos de hábitos tienes, cuáles te apoyan y cuáles no te dejan avanzar, ya que para que haya un cambio personal, tiene que haber un cambio de hábitos. Así, sabrás qué hábitos quieres y eliges adquirir, cuales vas a potenciar y cuales eliminar.

En definitiva, tomar conciencia de qué hábitos te acercan o te alejan de tu objetivo saludable.

Los hábitos son muy importantes, ya que son la clave para instaurar nuevas conductas, comportamientos, acciones, nueva manera de pensar y en definitiva, nuevas creencias.

Recuerda que en la repetición está la clave del éxito. Cuando repetimos una acción una y otra vez, se crea un camino neuronal en el cerebro y con cada repetición se refuerza.

Cuanto más repitas, más enfocada tendrás tu mente y más cerca de tu objetivo estarás o más lejos…depende de lo que repitas en tu día a día.

Te has preguntado: ¿por qué te esclavizan irracionalmente tantos malos hábitos? sí, comer comida basura, comer y beber más de la cuenta, tabaco, sedentarismo…y un largo etc…

Por eso mismo, por la repetición, por la recompensa (aunque sea efímera), por la falta de conciencia que te lleva a que salga de forma automática, por ejemplo, si cada vez que tienes un mal día (discutes con la pareja, llegas tarde al trabajo, tu jefe te regaña, estás con la regla…) comes chocolate, lo tendrás asociado y tu subconsciente lo grabará en la mente para que se repita cada vez que tengas un mal día o alguna circunstancia personal que se escape de tu control.

Como ya hemos dicho, primero hay que parar para tomar conciencia de tus hábitos actuales y en segundo lugar, si realmente estás motivado y con ganas para cambiarlos.

Reflexiona un momento, no lo dejes para luego: ¿Qué hábitos te apoyan y cuáles te están limitando y no te dejan avanzar?

¿Qué puedes añadir para enriquecer tu vida? ¿Qué hábitos saludables puedes incorporar o ir eliminando?

Por ejemplo, empezar a caminar 30 minutos al día; eliminar o al menos ir reduciendo los alimentos azucarados, refinados, ultra procesados y grasas trans;  incorporar más verduras-vegetales y frutas…más comida real; empezar a leer o escuchar audio-libros, en vez de ver TV o redes sociales…

Comprométete contigo mism@ y haz pequeños cambios.

Recuerda repetir, repetir… si cada día o semana haces y trabajas un hábito concreto, al cabo de un año, habrás conseguido un gran cambio.

Identifica también, tus razones de fondo, ¿qué te motiva y estimula para querer conseguir esos nuevos hábitos?

No es cuestión de fuerza de voluntad, tienes que tener suficiente motivación. Debes tener un motivo lo suficientemente grande, saber para qué deseas ese nuevo hábito, tienes que desearlo, tienes que tener una razón significativa para introducir esa/s mejora/s en tu vida. Y por supuesto estar dispuest@ a pagar el precio del esfuerzo al principio.

El motivo es el motor de ponerte manos a la obra, de perseverar hasta conseguirlo y levantarte con fuerza si te caes por el camino y el hábito lo que te hará conseguirlo y mantenerlo en el tiempo.

¡Empieza HOY! no mañana, no en enero … HOY.

¡Y me encantará que dejes tus comentarios! Dime qué hábitos tienes, ¿Qué hábitos te acercan y cuáles te alejan a la hora de conseguir tu estilo de vida saludable?

Déjame tus comentarios y porfi, comparte en redes, así podemos concienciar a más gente.

Un abrazo.

May

 

***

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6 comentarios en «¿Por qué cuesta tanto adquirir hábitos saludables?»

  1. Saludos ,este año logré bajar de mi elevado peso y adopte un estilo de vida saludable y libre de sedentarismos , me mantenía motivada , pero ahora que conseguí mi objetivo ,me siento triste sin motivación cada vez que estoy a la mitad de mi seción de ejercicio diarios me digo para que hago esto … Ese pensamiento siempre me sigue cuando comienzo a hacer ejercicio o salgo a pedalear en mi bisicleta todos los días,también me digo » para que hago ejercicio si nadie de dónde yo vivo lo hace y son felices, comen comida chatarra y son felices » por qué yo hago ejercicio si ya conseguí mi objetivo , como que siento que me falta algo entonces es allí donde me entra la anciedad y como sin parar hasta vomitar , luego vuelvo y retomo mi rutina nuevamente y es un círculo vicioso,aparte de que cuando salgo a pedalear me embarga el pensamiento de que porque hago ejercicio debería estar estudiando en la U , no logré pasar mi examen y me siento como una desepcion en todos los aspectos , mientras hago ejercicio recuerdo a mis amigos felices dando clases en la U y yo haciendo ejercicio y me entra la sensación de insuficiencia y lo hecho todo a perder .. . Disculpa si escribí mucho necesitaba desahogarme .espero y me lea???

    Responder
    • Hola bonita
      Gracias por compartir
      Haces las cosas porque te quieres, movernos y comer sano es parte de nuestro auticuidado.

      Podemos estudiar y hacer otras cosas, no es incompatible con no cuidarse.

      Y no tener expectativas a resultados. Te cuidas y punto. Porque te quieres y te hace bien.

      Bs

      Responder
  2. Todo lo que leo me resulta familiar, y la verdad que no se trata de mañana o en Enero, sino, que por más que digo desde hoy, desde ya, no tengo fuerza de voluntad. No hay manera de de cenar 5 días seguidos en casa, y fuera… pues no resulta tan fácil…
    ¿podrías darnos algún consejo que nos ayude a mantenernos motivad@s? ¿algo diferente al piensa en lo que aporta una cosa u la otra?
    Muchas gracias por tus posts May,

    Responder
    • Hola Marta.

      La motivación es interna, es algo que viene de dentro de cada uno. Otra cosa es ilusionarte por cosas externas: leer un libro, quedar con un amigo, tus hijos, un trabajo que te mole, pareja…Y fundamental el aprendizaje y agradecer las pequeñas cositas del día a día, estar más presente en el ahora, si nos enfocamos en lo que no tenemos, nos falta, la desmotivación será parte de nuestro día a día.

      Hay que mirar cada caso concreto, ya que no sé qué está pasando en tu vida, ni como vives lo que te ocurre.

      Lo importante es saber qué quieres, para qué, planificarte tu día a día, incluso las salidas y eventos si ves que que te puedes desmadrar un poco, no hace falta salir redondos de las comidas.

      Y además cuando una persona tiene claro su objetivo y las razones, foco y compromiso, está claro que en todo hay un coste. Es decir, hay cosas que tendrás que hacer que ahora no haces y cosas que tienes que dejar de hacer porque te obstaculizan llegar a tu objetivo.

      Si no hay un cambio de mentalidad primero es complicado cualquier estrategia. Primero la mente y luego el cuerpo.

      Un abrazo y mil gracias por compartir.

      May

      Responder
    • Hola Nastia

      Si acudimos a la comida entre otras cosas para calmarnos, aunque sabemos que es un falso amigo, la calma es temporal y después de comer, seguimos tristes, solos…y encima con kilos demás.

      Hay que buscar otras maneras de resolver nuestros estados anímicos fuera de la comida. Por lo pronto, auto-conociéndonos y aprendiendo además a no tenerle miedo a esas emociones como soledad, tristeza…esas emociones están ahí para algo.

      El alimento emocional, puedes buscarlo en cosas que te gusten y te hagan sentir bien, deporte, un libro, un café con un amigo, baño, música, masaje, silencio, respiraciones conscientes, pintura, escritura…en fin, cada uno sabe que le hace sentir bien. Y si no, buscar ayuda profesional.

      Y no es tan difícil, cuando lo entrenas…por eso la toma de consciencia es fundamental. Darte cuenta que pasa cuando acudes a la comida como anestesia.

      Un abrazo y mil gracias por compartir.

      May

      Responder

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Soy May,
Coach NutriEmocional

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